lunes, 18 de junio de 2007

No me gusta el fútbol

Querido Edu.

De pequeño solíamos jugar al fútbol, o a ése sucedáneo que se juega en todas las ciudades allí donde la acera se ensanche ganando sitio al asfalto. Así que puedo entender la, ni por esas amplia, gama de sensaciones que el fútbol puede ofrecer a quién lo juega o a quién lo ve.

Lo que no entiendo es todo lo demás: las aglomeraciones, el ruido, la violencia, los detenidos, el alcohol, el fanatismo, las ofrendas de trofeos a una virgen, la sonrisa boba del político que recibe al vencedor, el discurso encefaloplanoparlante de todos los implicados: jugadores, entrenadores, juntaletras del deporte, amos, afición...

Me pone enfermo que todo este invento infantil pueda ocupar tanta parte del imprescindible tiempo de tanta gente. Tanta energía despilfarrada.

Habrás adivinado ya que hoy mucho Madrid anda de celebraciones. Habrás adivinado ya que el Madrid ha ganado la liga.

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