sábado, 20 de octubre de 2007

Gerundios




Querido hermano.

Todo el que visita Japón vuelve maravillado por la capacidad de estos hombrecitos para vivir en comunidad y de hacer de las cosas cotidianas, los gerundios comiendo, durmiendo, cagando..., un placer. Una vez que has probado un Toto, el clásico, frío y anticuado Roca ya no parece lo mismo.

Cuestiones higiénicas aparte (siempre he pensado que si hay algo poco higiénico es el papel del mismo nombre) la experiencia Toto es reveladora de una manera de pensar centrada en la unión de los conceptos de belleza y utilidad.

Hace mucho tiempo que me hice una hoja de cálculo en la que restaba, a la esperanza de vida de un varón español, la cantidad de minutos dedicados a los gerundios habituales. Puesto que irrenunciables e inevitables, desde entonces me he concentrado en hacer de ellos una fuente de disfrute lo más intenso posible. Procuro dormir siempre en la mejor compañía, comer los mejores platos, conducir escuchando la mejor música... y ahora que ya es posible encontrarlos en España, he decidido no parar hasta hacerme con uno de estos Roca estilo Toto (gracias Marisoca por el chivatazo).

No hay comentarios: