miércoles, 3 de octubre de 2007

Adelantos

Querido hermano.

Parece que fue ayer cuando desatascábamos cassettes con un bolígrafo bic y tarareábamos las canciones imitando incluso los defectos de la cinta. No me gusta ponerme como el abuelo cebolleta pero la noticia de que Radiohead, una de las bandas que más me gusta, no ha fijado un precio a su nuevo disco sino que, a través de una web creada al efecto, permite que cada cual pague por descargárselo lo que quiera, me parece de lo más futurista.

Llevamos años oyendo que el negocio de la música iba a cambiar con la irrupción de las nuevas tecnologías. Unos pocos que nos movemos bien entre esas tecnologías sí que hemos podido notar cierto cambio. Ya no hay que almacenar discos completos de los que sólo te gustan una par de canciones, descubres música que te recomienda Amazon o alguno de los sistemas que clasifican a los usuarios por grupos de afinidad, vas con la música a cualquier parte en un aparatito que ni pesa ni abulta ni es afectado por vibraciones, intercambias la música con amigos o, incluso, pones a disposición de cualquiera tus propias creaciones.

Pero la mayor revolución, lo que redefinirá el gran negocio de la música tal y como lo conocíamos, parece estar sucediendo con golpes de efecto como el de los geniales Radiohead. Por cierto, según una encuesta entre lectores de una conocida revista musical británica, ya se está pagando una media de 5 libras (algo más de 7 euros).

No hay comentarios: