viernes, 29 de junio de 2007

Vuelen, como Pegasos, bajo el rugiente trueno inacabable

Querido Edu.

Qué gran tipo este Paul que nos deja hoy para volver a su país, a sus gemelos y a su mujer o quizá para volver sin volver, porque se quede atado a Barcelona, a su bicicleta y a su joven amante japonesa. Voy a echar de menos la claridad de sus observaciones, la frescura de su punto de vista y una limpieza en el uso del español que debe ser hija de su pasión por nuestro idioma y de su origen.

Un abrazo.

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